Lord Carnarvon, no era un arqueólogo pero si que poseía dinero suficiente como para poder financiar la busqueda de un arqueólogo de Londres, Howard Carter, que la seguía la pista a la tumba del faraón Olvidado, Tutankamo.
La busquedad no se pudo introducir más allá hasta que en el 17 de febrero de 1923, se pudo abrir la primera tumba del faraón.
Fue en estas circustancias que cuando Lord Carnarvon, Howard Carter y el resto del equipo arqueólogico (una veintena de persona) recibieron la maldición del faraón por perturbar su descanso.
Lord Carnarvon falleció de un resfriado y de la picadura de un mosquito, antes de que acabará el año falleció su hijo y unas doce personas del grupo arqueológico; pero la maldición no acababa aqui sino que se extendía más allá, llegó hasta su hijo como he mencionado antes, hasta un amigo que fue el lugar donde haba fallecido su Lord Carnarvon. Después de ver el cuerpo de su amigo decidió ver la tumba; 24 horas más tarde de haberla visitado, falleció de peste bubónica.
En el año 1929 dieciséis personas más murieron a causa de estar con la momia de un caso u otro, también falleció su esposa y más tarde su padre se suicido. Así sucesivamente hasta que nadie quedase en la investigación más habían ignorado los jeroglíficos que había en la puerta que claramente ponía " la muerte golpeara sus alas a quienquiera que interrumpa el sueño del faraón, y así fue como se cumplió la leyenda.


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